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La Máquina Verde se había convertido ya en un equipo de leyenda. Dirigidos por el histórico Jesús Candelas, al que muchos consideran mejor entrenador de la historia, contó en sus filas a lo largo de los once años que se sentó en el banquillo interista con jugadores no menos históricos como Marquinho, los hermanos Linares, Schumacher, Julio Gª Mera, Luis Amado, Jesús Clavería, Gabriel, Daniel Ibañes, Limones, Cobeta, Neto, Bertoni, Torras o Betao, entre muchos otros.
Hasta el final de la década el goteo de títulos fue incesante. Prueba de ello fue la conquista, en Alcalá de Henares, de la quinta Intercontinental consecutiva, hecho que tampoco nadie ha conseguido igualar. Aún así, la marcha de Candelas y varios de los iconos dio paso a una etapa de recesión en el club, viéndose eliminado en las competiciones domésticas en rondas demasiado tempranas. Una Supercopa aquí, una Copa del Rey allá, pero ninguno de los títulos considerados “grandes” viajó hasta la ciudad cervantina. Coincidiría en el tiempo, todo hay que decirlo, con la etapa más dominante del entonces llamado FC Barcelona Alusport, entrenado por Marc Carmona.
El renacer de un equipo de leyenda
La travesía en el desierto duró hasta la temporada 13-14, segunda de Jesús Velasco en el banquillo, en la que se hizo de nuevo el doblete nacional: Copa de España en Logroño (con aquel histórico gol de Batería a falta de un segundo) y Liga en Murcia, de nuevo ante el máximo rival que ha conocido Inter en sus más de 42 años de existencia: ElPozo Murcia. La temporada siguiente el doblete sería con Copa del Rey (en Águilas ante Catgas) y Liga, nuevamente en territorio murciano.
La segunda etapa de oro del club se vería coronada por un hecho único (y van…) como fue la conquista del quinto título liguero consecutivo, algo que nunca se había conseguido hasta entonces, superando los cuatro del propio Inter entre 2001 y 2005. Además recuperó el prestigio internacional, conquistando las UEFA Futsal Cup de los años 2017 y 2018. Esto fue posible en gran medida (y volvemos así al inicio del artículo) a Ricardinho, rescatado del ostracismo que vivía en Japón, que se convertiría en el primer jugador en conquistar durante cinco años consecutivos el título de mejor jugador del mundo, seis en total, superando por mucho a Falcao, segundo con cuatro entorchados y Manoel Tobías, tercero con tres.

Pero no solo fue obra de Ricardinho. Los mejores jugadores del panorama nacional como Ortiz o Pola junto a los siempre presentes brasileños como Batería primero, Gadeia y Daniel después o Rafa Rato siempre, más un buen puñado de jugadores complementarios como Borja, Jesús Herrero, Cardinal o Rivillos.
Y para finalizar permítanme una confesión: el título es falso. Después de toda la parrafada que han leído, pensarán que menuda tomadura de pelo decir eso ahora. Pero hay que ser honestos: en 2010 el escudo de Inter se vio modificado. Aquí los dos escudos:
Como verán, las modificaciones son tan mínimas que confío me perdonen esta pequeña concesión. Ricardinho se irá como se fueron en su día Mauro, Carosini o Marquinho. Vendrán otros que le sustituyan, como Herrero sucedió a Luis Amado (quien hizo lo propio con Jesús Clavería) u Ortiz ocupó el puesto de Schumacher.
Pero la pluma y el micrófono permanecerán.
Autor: Dani López (twitter: @gremplu)
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