España y Brasil. Brasil y España. Las dos dominadoras del fútbol sala mundial, con permiso de las clásicas como Italia y Rusia o las “nuevas” grandes como Argentina, han estado en boca de todos en los últimos días. El doble enfrentamiento en tierras españolas ha generado el debate que tanto le gusta a la afición y la prensa: ¿está España capacitada para ganar la tercera estrella? ¿Fue superior Brasil, o como se encargaron de repetir los jugadores, España mereció más?
( I ) El gol se paga muy caro
La clave fue la efectividad brasileña en la primera parte. La canarinha llegó cuatro veces y anotó tres goles. El primero en una volea de Gadeia, el segundo en un desajuste que dejó solo a Daniel en el segundo palo, y el tercero una picada llena de calidad de Pito, quizá el mejor de este doble enfrentamiento. España se obsesionó con tiros de media y larga distancia que se estrellaban contra el muro montado por Marquinhos Xavier alrededor de Guitta.
Y ésa fue otra de las claves del partido, quizá la más destacada: Tiago Mendes Rocha, ‘Guitta’, realizó un partido soberbio. El meta paulista realizó hasta 26 intervenciones, alguna de mucho mérito. La pregunta sería si la elección de tiro fue la mejor. Muchos lanzamientos desde 10-15 metros, escorados o en posiciones forzadas para batir a un portero en estado de gracia.
( II ) La estrategia y el juego de cinco, factor clave
Un gol de estrategia para Brasil frente a la total inoperancia por el bando español. En algo que Venancio -tan criticado- destacaba, Fede Vidal no encontró el toque que ha dado a España tantas victorias.
Daniel Shiraishi pasó de no convocado a titular por la lesión de Leo Santana. El ala interista se acopló desde el pitido inicial al sistema de juego, muy mecanizado. Fue protagonista, anotando el segundo gol y aportando decisivamente con un bloqueo a Pola en el primero.
Más allá, ni siquiera el portero jugador resultó decisivo. Apenas hubo dos remates en casi cinco minutos. Se enfundaron la camiseta verde de portero Lozano y Bebe. Probó a pierna cambiada a Miguelín, Aicardo o Rafa Usín, tres jugadores con un golpeo excelso de zurda que sin embargo no consiguieron conectar ni un solo disparo de peligro. El público llegó a insinuar abucheos al juego horizontal de España.
( III ) Jerarquía brasileña en el banquillo y en la pista
Más allá del juego de Pito, con su elegante zancada y su potente 1v1, destacó la autoridad que exhibieron Rodrigo en pista y Marquinhos Xavier en el banquillo y que no tuvo contrapunto en España. El cierre de Campinas ordenó a su defensa, adelantó la línea de presión cuando era necesario y frenó a un Juan Emilio que demostró que ha llegado para quedarse.
Por su parte, Marquinhos sorprendió a todos con un planteamiento defensivo y salidas rápidas, muy distinto al juego practicado habitualmente. Fede Vidal no encontró durante el partido respuestas al planteamiento que le ofreció su rival. Lo peor es que justo ante un rival encerrado, Fede dejó en la grada a dos de los jugadores que más desborde tienen: Fernan y Adolfo. Su descaro se echó en falta.
Lo mejor: España se repuso a una mala primera parte y demostró estar capacitada para competir contra la todopoderosa Brasil. Dominó, y de no haber sido por Guitta, habría sacado algo positivo de un partido que se le puso muy en contra. Los jugadores salieron con la moral intacta, pese a ser la primera derrota como locales desde 2005. Buena respuesta del público en un amistoso a una hora complicada.
Lo peor: La impotencia de ver a una Brasil a medio gas, que lanzaba contras con únicamente 2-3 jugadores. Demostró una solvencia increíble durante 30 minutos. Sufrió y supo aguantar con cinco faltas y el público en contra. Público que, por otra parte, no animó al equipo más que en ocasiones puntuales en que recriminaban a los árbitros acciones dudosas.
Autor: Dani López, director de Futsal Corner (en twitter: @gremplu)