Fair play en el fútbol sala: un deporte del que presumir

Declaraciones pre-partido que calientan el ambiente. Celebraciones de gol que pueden considerarse desmedidas. Improperios o insultos desde ciertos sectores de la grada. Jugadores que se encaran con entrenadores rivales. Plantillas que no cobran durante varios meses. Guerras entre mandatarios. Últimamente, la polémica está servida casi cada semana en la LNFS. Y en medio de tanta oscuridad, de tanto rifirrafe, de tanta batalla pueril e innecesaria, surge un rayito de luz.

Probablemente, a ojos generales del público, no fuera el partido más importante de la jornada. Seguramente no fuese un partido que acaparase demasiados medios informativos. Así que al surgir entre tanta oscuridad un detalle de este calibre, el aficionado se pone en pie para aplaudir, los medios deben rendirse ante hechos tan poco habituales y lo que nos gustaría que fuese habitual se convierte en un gesto de gran calado.

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El fútbol sala es, sin lugar a dudas, ese deporte en el que clubes y aficionados pueden permitirse alardear de tener mejores valores que otras modalidades deportivas. Estamos acostumbrados a que un jugador, al acabar el partido, se haga fotos o firme autógrafos a la afición contrincante; a que un jugador regale su camiseta (o, incluso, sus zapatillas) al espectador rival, después de que un balón despejado con fuerza haya caído en la grada provocando algún percance. Incluso a que jugadores compartan comentarios y likes en redes sociales, perteneciendo a equipos rivales.

Gestos de fair play

Pero cuando volvemos a la cancha es mucho más difícil conseguir que ese ambiente de hermandad y honestidad entre contrincantes se mantenga. Por eso el gesto de Pato y sus chicos del Ribera Navarra en el encuentro contra Industrias Santa Coloma de la jornada 25 ha aparecido en medios de comunicación que, en el día a día, ni recuerdan que el fútbol sala existe. Por eso ha salido en los informativos de la mayoría de canales de la televisión en España. Por eso hasta en el extranjero se ha hecho mención a su gesto. Y, en los tiempos que corren, es un dato de vital importancia: el vídeo del momento se viralizó en redes sociales.

El luminoso marcaba el minuto 35 de partido cuando Tripodi recibía un balón dentro del área rival y lo colaba en la red poniendo el 4-1 favorable a su equipo. Curiosa la no celebración del tanto por parte del equipo local, que se daba cuenta en ese momento de que el guardameta de Industrias, Miquel Feixas se encontraba tendido en el suelo desde ya antes del gol del  ala argentino.

Ni Pato ni sus jugadores dudaron de lo injusto del tanto, y asumieron la responsabilidad de lo incorrecta que resultaba la acción, la cual, como el propio Tripodi explicó posteriormente, fue tan rápida que ni tiempo le dio a reaccionar y mandar el balón fuera.

La respuesta ante lo ocurrido fue inmediata por parte de los naranjas: decidieron dejarse encajar un tanto para que el partido continuase como estaba, y pasaron del 3-1 al 4-2 en unos pocos segundos. Cardona tomaba el balón desde el centro del campo y se paseaba, literalmente, hasta la portería rival, donde Gus se hacía un lado, mientras el resto de la plantilla navarra no oponía ningún tipo de resistencia.

Vídeo del gesto de fair play de Ribera Navarra. Vía: Real Federación Española de Fútbol

Este gesto nos recuerda a otros (pocos, eso sí) vividos dentro del deporte de la pista azul. José Antonio García González ‘’Josiko’’, militante en las filas de Peñíscola en la temporada 2015-2016, durante la celebración del primer partido de los cuartos de Play Off por el título de Liga ante Movistar Ínter, también consiguió viralizar un gesto de auténtico fair play. A 15 minutos de la conclusión del partido, yendo los castellonenses 1-2 abajo en el marcador, Ricardinho caía lesionado sobre el parqué tras una acción fortuita con su compañero de equipo, Humberto. Los madrileños conseguían montar un contragolpe que acababa en una recuperación por parte del equipo local. CCuando Josiko se plantaba solo ante la portería de Alex González, decidía parar la jugada en seco y echar el balón a la banda para que las asistencias sanitarias pudieran atender al portugués, que seguía tendido en el suelo.

Josiko y Ricardinho tras la acción de fair play del jugador de Peñíscola. Imagen vía: El Mundo.

Más atrás tenemos que echar la vista, hasta la temporada 2002, cuando Duda, entrenador de ElPozo Murcia, también se dejaba marcar un tanto por el conjunto adversario, el Fiat Autoexpert Torrejón, tras un gol de los charcuteros con uno de los jugadores rivales en el suelo. Por esta acción, el brasileño llegó a recibir el Premio Infantas de España por un gesto tan relevante en lo que respecta a la nobleza y el juego limpio.

La lección que debemos aprender

Que acciones como estas tengan tanto eco, y aun se recuerden pasados los años, significa dos cosas: por un lado, que son acciones demasiado puntuales como para que se vean algo normal. La repetición de un hecho consigue su normalización, y si siguen siendo noticia de tanto alcance y siguen viéndose como hechos aislados es por la falta de costumbre. Por otro lado, el más importante, significa que aún hay esperanza, que el público en general y la opinión pública creen en la importancia de estos gestos. Así que, partiendo desde esta clave, veámoslo como se merece, como un gesto del que debemos presumir como aficionados al fútbol sala, pues estas cosas dignifican a nuestro deporte.

Estos detalles, al final, sirven para darle visibilidad, algo que tanto necesitamos, puesto que seguimos siendo esa modalidad deportiva eternamente olvidada por mandatarios y medios de comunicación deportivos. Y, también como un ejemplo, una enseñanza. Hacía Pato especial hincapié en que, para él, lo más importante del gesto de Ribera Navarra es que la multitud de niños que cada dos fines de semana acuden al Ciudad de Tudela se llevasen una valiosa lección: que los valores de honestidad y juego limpio deben estar por delante de los resultados.

Y como los niños, los mayores. Tal vez sea hora de que empecemos a fijarnos en todo lo bueno que nos da este deporte, en lo deportivo y en lo extradeportivo. Hagamos que este deporte sea un espectáculo, no sólo por el altísimo nivel que se rinde en la LNFS, sino por gestos que nos tengan con la boca abierta durante días, que nos hagan hablar y debatir desde un punto común y que nos permitan admirar y amar (más aún, si cabe) al fútbol sala. Quizás así los debates en redes entre aficionados y profesionales suban de nivel, y pasen de la guerra a la concordia y del agravio al diálogo.

Valoremos lo que tenemos, cuidémoslo. Demostremos por qué el fútbol sala es el mejor deporte del mundo.

Autora: Noemí Carbonell (en Twitter: @noe_tdl)

Imagen: @RiberaNavarraFS

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