Con este contundente mensaje, como no puede ser de otra manera cuando has reclamado por tus derechos durante mucho tiempo, sin recibir respuesta ninguna, concluye el primer comunicado de la AJFSF Internacional. Si todavía no saben de qué hablamos, le ponemos rápidamente en antecedentes.
En España ya conocíamos el trabajo de la Asociación de Jugadoras de Fútbol Sala Femenino (AJFSF) desde 2010, cuando un puñado de jugadoras crearon un ente que las representara, con la finalidad de amparar, defender y luchar por los derechos de las jugadoras, configurándose como órgano representativo y voz colectiva no solo de las más de 500 afiliadas que tiene hoy día, sino de cualquier jugadora. En los últimos días hemos sabido de la creación de su vertiente internacional. ¿Y cuáles son los objetivos de esta AJFSF Internacional? Sencillo, pero contundente:
- Visibilizar el futsal femenino mundial.
- Fortalecer la solidaridad entre jugadoras de todos los países.
- Crear una red de contacto y asesoramiento global.
- Liderar una actuación urgente mediante la representación colectiva.
Y es sobre este último punto que han generado un ruido mediático necesario. Porque hoy se han hecho eco, los medios generalistas, de la primera rueda de prensa internacional, en la que se reivindica la celebración de un Mundial de Futsal Femenino. Algo que viene siendo un clamor desde hace tiempo pese a los oídos sordos de FIFA. El motivo de la rueda de prensa es sencillo: romper la confidencialidad de las reuniones llevadas a cabo con FIFA porque, ninguna de sus promesas, se han llevado a cabo. Y ahí volvemos al título del artículo: si no quieren escucharlas, tendrán que verlas.
Por eso, junto a Natalia Orive, presidenta de la AJFSF y portavoz de la asociación, se han sentado en la mesa varias de las mejores jugadoras del mundo:
- Anita Luján (España)
- Amandinha (Brasil)
- Janice Silva (Portugal)
- Fátima Villar (Uruguay)
- Nancy Loth (Países Bajos)
- Chikage Kichibayashi (Japón)
- Ersilia D’Incecco (Italia)
- Julia Paz Dupuy (Argentina)
- Zahra Lotfabadi (Irán)
- Vika Kyslova (Ucrania)
Diez nacionalidades, tres continentes, un único y rotundo mensaje.
Y es que las comparaciones son odiosas, dicen. Pero en este caso más que odiosas, son la muestra palpable de la terrible injusticia que sufren las jugadoras. En fútbol sala vamos a disfrutar en 2024 de la décima edición del Mundial masculino. En fútbol sala femenino, cero. En fútbol, en el cercano 2023 se disputará el noveno Mundial femenino. En fútbol sala, cero. ¿Porqué FIFA ha permitido esta doble discriminación durante más de 30 años? ¿Porqué ha omitido deliberadamente las peticiones para crear un Mundial de fútbol sala femenino? Nadie, ni las propias jugadoras, tienen la respuesta, porque lo único que han obtenido en su reclamación es el silencio.
“A día de hoy, la rama femenina del futsal no cuenta con un plan estratégico, programas de desarrollo y mucho menos un calendario oficial internacional”, reclamaba por carta Natalia Orive hace ahora un año a Gianni Infantino, máximo dirigente de FIFA. “Nos hemos sentido continuamente marginadas por quienes os hacéis llamar responsables del fomento de la disciplina”.
“Habrá Mundial”, dicen. Palabras huecas.
Porque no es una ni dos veces las que escuchan estas palabras. La penúltima, en septiembre de 2021. Tras un comunicado y un hashtag que consiguió ser tendencia ―apoyado masivamente por jugadores de todos los países, que, al igual que ahora, reivindican lo mismo para sus compañeras que ellos disfrutan desde hace tiempo―, consiguieron una reunión por zoom con los responsables de competición y con Sarai Bareman, directora del fútbol femenino en FIFA.
Ahí remarcaron el manido “habrá Mundial”. Tiempo después, en julio de este año, se insistió en que el tema estaba sobre la mesa. Pero el tiempo pasa y nada más se sabe. Ellas lo tienen claro: “El Mundial no puede ser un sueño, debe ser una realidad”. Esta lucha no es de unas pocas, es de todo un colectivo. Es la voz de millones de mujeres que sueñan con tener un Mundial de su disciplina, de ver cómo sus esfuerzos reciben la justa recompensa que otros (y otras) sí disfrutan. Es el reclamo de uno de los deportes más practicados del mundo. Es la voz de Luján, de Amandinha, de Dupuy, de Kyslova… Pero también es la voz de la niña que quiere jugar al fútbol sala y no se lo permiten porque «eso es para chicos», de la que dejó el futsal con 15 años para pasar al fútbol, porque ellas sí tenían derecho a disputar un Mundial. Es la voz del fútbol sala, y de toda la afición, reclamando un mismo mensaje: FIFA, queremos un Mundial femenino, y lo queremos ya.
Si quieres ver el mensaje completo de la AJFSF Internacional, aquí tienes las diferentes versiones:
Comunicado en español: https://www.youtube.com/watch?v=KIybEtQdFFw
Inglés: https://www.youtube.com/watch?v=EY7zqPSJlAU
Italiano: https://www.youtube.com/watch?v=hIQ0zV1A3x4
Portugués: https://www.youtube.com/watch?v=NLU2YnO11Ss
Persa: https://www.youtube.com/watch?v=tto76_rLiIc
Imágenes: @AJFSFemenino.
Autor: Dani López (@danifutsal6)