La verdad sobre el ‘Caso Sala Zaragoza’

La situación de hostilidad que se está viviendo en torno a la AD Sala Zaragoza ha adquirido una gravedad extrema, tras el cruce de comunicados entre la Asociación de Jugadoras de Fútbol Sala Femenino (AJFSF) y el club. Si el de la asociación se publicó el pasado lunes 10 de abril a las 21:08 para denunciar que el club maño adeuda un total de 25.000 euros a diferentes jugadoras, o que han recibido más de 30 solicitudes por ―entre otras cuestiones que luego detallaremos― por «impagos, retrasos en el alta de la Seguridad Social, problemas de vivienda o despido improcedente», desde la entidad se daba contestación el miércoles 12 de abril a las 10:13, para desmentir a la AJFSF con acusaciones como “desafortunado comunicado”, “total disconformidad” o “calumnias e injurias vertidas curiosamente en este momento”.

Desde FutsalCorner sabéis que siempre defendemos la verdad, y que los verdaderos protagonistas son los jugadores y las jugadoras, por lo que hemos investigado qué hay detrás de todo, contactando para ello con multitud de personas vinculadas en el pasado con el club, desde exjugadoras nacionales y extranjeras a antiguos empleados, hablando también con gente del entorno maño, para que nos cuenten su experiencia o la de sus allegados. Dado que parte de los testimonios se hayan inmersos en denuncias en curso actualmente, se mantendrán sus identidades ―a petición de los propios interesados― en el anonimato. No obstante, dos personas sí han querido participar de forma visible: uno es el propio Jesús Muñoz, presidente y entrenador de la entidad. El otro es Yago Loureiro, quien fuera contratado como gerente en el verano de 2021, y despedido apenas cinco meses después. Yago ya estuvo en nuestro podcast, poco después del despido, para hablar la situación, y vuelve a dar la cara en esta ocasión para ayudarnos entre todos a dibujar la historia que subyace tras esos comunicados.

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El duro comunicado de la AJFSF, punta del iceberg

Tras hacer público que se han recibido más de 30 solicitudes de “ayuda y asesoramiento” en los últimos cuatro años por parte de jugadoras vinculadas a Sala Zaragoza, la última demanda recibida fue la que motivó que la AJFSF emitiera un duro comunicado en el que habla de las “malas prácticas y deudas que mantiene el club AD Sala Zaragoza”, al haber recibido reclamaciones por un montante total superior a los 25.000 euros. El problema no reside únicamente en los impagos, sino que continúa denunciando “retrasos en el alta de la Seguridad Social, problemas de vivienda o despido improcedente”. La contestación del club llegó dos días después, reclamando a la asociación que rectificasen o hiciesen públicas dichas denuncias, reservándose “el derecho a ejercer acciones legales correspondientes por lo que entendemos son calumnias e injurias”, dejando una sombra de duda a continuación con el “vertidas curiosamente en este momento” con que termina el comunicado.

Desde FutsalCorner hemos contactado con muchas de las afectadas: si desde la parte (ya) externa al club nos confirman múltiples fuentes que lo denunciado es correcto ―e incluso varias afirman que se quedan cortas las cifras―, desde el club recibimos una versión muy diferente, en la que el presidente afirma que ni la cantidad de jugadoras ni los importes son correctos: “Las denuncias que se han interpuesto desde 2018 hasta la fecha de hoy no han prosperado, salvo en la temporada anterior que, en realidad, no hubo denuncia, pero sí un abogado de la AJFSF que puso en conocimiento del Comité Disciplinario de la RFEF que había tres jugadoras con deudas. Nosotros lo admitimos, pero el montante no supera los siete u ocho mil euros, no recuerdo la cifra exacta, pero está por debajo de lo que dicen”. Cuestionado sobre porqué entonces sacaba la asociación dichas cantidades, acusó a sus componentes de “usar la asociación para fines personales y no para lo que debería ser, que es el asesoramiento de las jugadoras. Nuestra entidad tiene 30 años de antigüedad y en los últimos dos estamos atravesando una situación complicada”, admitió, no obstante.

Sobre qué intereses personales podía haber, señaló a la propia presidenta: “siempre hemos tenido problemas con la AJFSF desde aquel 17 de junio que conseguimos el ascenso, con Natalia Orive en el otro equipo. Es lamentable que habiendo (referido al partido del pasado domingo 16 de abril) un Sala Zaragoza contra Rayo Majadahonda por delante, donde juega la secretaria de la asociación, se hagan estos comentarios en la semana previa. Estamos hablando de deudas de la temporada 2020/21 y 2021/22. Yo no creo en las coincidencias. Han conseguido lo que entiendo que era su objetivo. Entiendo el porqué de la denuncia, pero no lo comparto. Nos quieren llevar a un acoso mediático. Me gustaría ver las cuentas del resto de clubes”.

Recordemos que las subvenciones se cobran a año vencido, por lo que al tener deudas en la temporada 2021/22, se bloquearía el pago del año siguiente. “Un dinero público que está presupuestado dentro de nuestra capacidad de recursos y con el que realizamos nuestros compromisos, como por ejemplo el pago a las jugadoras”, justifica Muñoz. Un salario que, según él, está de media por encima de los 1.000 euros, en contraste con “lo que la asociación asevera, que el salario medio de una jugadora de Primera oscila entre los 300 y 400 euros. Parece que a todo el mundo le molesta que nuestras jugadoras tengan ese tipo de prestaciones”. Poco después, reincide en esta idea: “aquí todas las jugadoras se dan de alta en la Seguridad Social, con una contraprestación enorme y no solo en lo dinerario. El tipo de jugadora profesional que nosotros queremos, y que entendemos que la competición también, por lo que dicen las bases de regulación de la RFEF, no está en la línea de la asociación. Vamos a contracorriente y buscamos un perfil que no encaja con estas señoritas o señoras, que no lo sé, porque no tengo constancia ni me preocupa su condición”.

También señala directamente a las jugadoras, a las que recomienda que no solo miren “la última casilla del contrato donde pone lo que van a cobrar, sino que lean detenidamente por qué lo van a cobrar, y qué hábitos y costumbres deben tener”. Y pese a afirmar que “no gastamos tiempo ni energía” en analizar las situaciones que se viven en otros clubes, sí que advierte que saben “qué jugadoras no están al corriente de pago, qué entrenadores han estado dos año y medio sin cobrar; lo sabemos, y ellas saben que lo sabemos”, para poner el dedo sobre un caso concreto de una exjugadora que “curiosamente jugaba en la misma demarcación que Natalia Orive.

De la opinión contraria es Yago Loureiro, que al respecto dijo que se equivoca quien crea que el futsal femenino es débil y puede ser maleable o intimidado. Tanto las jugadoras de élite, como las semiprofesionales o incluso las amateurs, tienen mucho carácter, están bien asesoradas por la asociación y si alguien cree que puede manipular a esas jugadoras jóvenes que hay en la primera plantilla, se equivoca”.

Pero una vez puestas las cartas sobre la mesa, es hora de ir más allá. Dejemos de lado los comunicados y las posibles cuitas personales, para pasar a los datos. Y estos hablan de una cifra importante que ha perdido Sala Zaragoza, en subvenciones estatales y federativas, por errores propios.

Pérdida de las ayudas de Ayuntamiento y RFEF

La RFEF tiene un sistema de ayudas para el fútbol y fútbol sala por el que reparte una cantidad fija en conceptos como desplazamientos, pernocta o fomento de la base, cuyos porcentajes varían según la distancia que recorre cada club o la implicación con las categorías inferiores. La información está publicada en el siguiente enlace: https://rfef.es/es/node/86081, y puede ser consultada por cualquier persona. En la presente temporada, se puede ver (documento del 16 de diciembre de 2022) cómo, de los 16 equipos participantes en la Primera División, 13 de ellos presentaron correctamente la documentación desde el principio. Otros dos, Melilla Sport Capital Torreblanca y Leganés FSF, reciben el visto bueno de la federación tras entregar la documentación pendiente en el periodo de alegaciones (documento del 20 de enero de 2023) donde se especifica que “tras presentar alegaciones en el plazo establecido, y siendo analizado por la Comisión de Valoración, se resuelve atender las alegaciones presentadas por entenderse justificadas y otorgar las ayudas que se señalan”. Ahí queda todavía Sala Zaragoza como único que sigue pendiente en dicha fecha por trámites administrativos pendientes, siendo además el único club, incluyendo Segunda División, con dicho concepto como motivo para no cobrar la parte correspondiente de esos 130.000 euros en ayudas que reparte la RFEF. ¿Y qué requisitos exige la federación para abonar esos importes? En la propia normativa, también pública, tenemos que buscar el punto 3.2.A para leer que se debe:

      d) Poner a disposición de la RFEF la documentación justificativa para la verificación del cumplimiento de los requisitos establecidos.
      e) Haber cumplido con las obligaciones documentales y de control económico fijadas por la RFEF, según la normativa vigente y dentro de los plazos fijados para ello.

El 30 de enero de 2023 se hace oficial el reparto:

Casi 9.000 euros que deja de recibir el primer equipo. Mucho dinero, al que sumar otra pérdida, la del Ayuntamiento de Zaragoza. En el club estaban sobre aviso cuando el grupo municipal de Podemos en el Ayuntamiento de Zaragoza, un año atrás, pidió a Zaragoza Deporte ―según Yago Loureiro, a partir de sus propias declaraciones en nuestro podcast―, que realizase una auditoría al club a cuenta de los 90.397’20€ recibidos desde el Ayuntamiento en la temporada anterior para “garantizar que cumplen con las obligaciones salariales, la Seguridad Social, y que no se dan casos de explotación”, según citaba El Heraldo de Aragón. Así, el pasado 20 de diciembre de 2022, el Consistorio hacía saber a través de su consejo de administración, que se le denegaba al club la pertinente ayuda por “no completar la documentación exigida” que requiere estar “al corriente de pagos con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social”.

Se puede consultar la orden ECD/240/2023 del pasado 2 de marzo de 2023 (publicado el día 14) en el BOA (Boletín Oficial de Aragón), con las condiciones y requisitos que deben cumplir todas las entidades deportivas que optan a las ayudas del Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón: https://www.boa.aragon.es/cgi-bin/EBOA/BRSCGI?CMD=VEROBJ&MLKOB=1265964140606. En la página 3 de dicho documento, en el punto 3, se lee que “los beneficiarios deberán hallarse al corriente en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias y frente a la Seguridad Social, y no podrán tener deuda alguna pendiente de pago con la Hacienda de la Comunidad Autónoma de Aragón”. Recordemos que las ayudas se dan a temporada vencida, por lo que estaríamos hablando de las subvenciones en función a los méritos deportivos de la temporada 2021/22. En el expediente de la entidad constan dos embargos sobre las subvenciones a favor de la AD Sala Zaragoza, del Juzgado de Lo Social número dos de Zaragoza, y otro de la Tesorería General de la Seguridad Social. Y un dato importante es que la propia DGA en el artículo 65 de la convocatoria para el reparto de las ayudas que «las subvenciones no podrán ir destinadas a sufragar gastos del personal directivo ni nóminas y/o compensaciones económicas efectuadas a favor de los deportistas».

En el documento oficial de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social y Pensiones al que hemos podido tener acceso desde FutsalCorner, del pasado 26 de octubre de 2022, ya se requería al club “Agrupación Deportiva Sala Zaragoza”, una notificación y mandamiento a la entidad pagadora para el embargo de los créditos y derechos de un deudor. Un expediente administrativo de apremio por un importe total de 24.993’23€. Y como decíamos, la Agencia Tributaria no es la única que reclamó al club el pasado año. A 10 de noviembre de 2022 se envió otra notificación desde la Oficina de Recaudación del Ayuntamiento de Zaragoza, para regular la “deuda tributaria vencida con este Ayuntamiento” por una serie de importes que ascendían el monto total a los 8.703’40€.

Todo esto, para poder cobrar ayudas como los 19.977’17€ de subvenciones que le correspondían del sistema de ayudas para entidades deportivas de la provincia de Zaragoza que participan en competiciones oficiales nacionales durante 2022 y 2023, publicado en el BOPZ del día anterior, o como las grandes cantidades abonadas en años anteriores. Hablamos de un club que cobró ayudas solo del propio Ayuntamiento por importes como 38.500’60€ de la temporada 2018/19  que iría incrementando hasta los 47.548’59€ o los 53.245’81€ de la 2019/20. Subvenciones que solo en los años de Primera División han reportado, desde el Ayuntamiento de Zaragoza, una cifra cercana a los 150.000€, a lo que habría que sumar las subvenciones de la DGA (Diputación General de Aragón) que superó el medio millón de euros en cuatro temporadas, o los más de 68.000 euros recibidos por la DPZ (Diputación Provincial de Zaragoza).

¿Cómo se ha llegado, con subvenciones tan elevadas, a esta situación?

En palabras de Muñoz, “lo que hemos hecho mal es confiar en determinadas personas, concretamente en un exempleado que nos ha interpuesto denuncias en todas las entidades públicas. Y las instituciones actúan de oficio, así que bloquean los expedientes de pago para verificar posteriormente si la denuncia es verdadera o no. Eso hace que las asignaciones queden paralizadas, y nuestro programa de ingresos y gastos se ve afectado porque una cantidad importante viene del dinero público que deja de entrar”. Cuestionado sobre esa persona a la que más tarde alude de nuevo, refiriéndose a él como “una persona que en tres meses que estuvo aquí, fue capaz de cargarse el trabajo de 30 años con un cargo de gerente comercial”, añadiendo que “nunca ha tocado los libros y no tiene información, más que la usada a su libre albedrío”, pero sin decir su nombre de forma expresa, a nuestra pregunta sobre si se refería a Yago Loureiro, su respuesta fue “eso lo has dicho tú”, para explicar a continuación que no podía decirnos nada más “porque hay un proceso penal y no podemos entrar en mayor detalle”. No obstante, cuando le advertimos que también participaría en este artículo con su testimonio, respondió con un lacónico “cómo no”.

¿Cuál es el papel de Yago Loureiro en esta historia?

Él mismo, a petición nuestra, relata su relación profesional con Sala Zaragoza. “Chus Muñoz contacta conmigo en febrero-marzo de 2021 para que vaya a ver un par de partidos hacia final de temporada, me invita a un aparthotel en Zaragoza y me habla de las condiciones que tendrán las jugadoras: contrato profesional, no más de tres por vivienda, un coche a disposición de cada domicilio, otro para mí, una gran oferta en lo social y económico, fichajes importantes en camino… Acepto y aunque al principio hay tranquilidad, al cabo de dos o tres meses se complica lo deportivo ―de lo que yo llevo la gerencia―, pero también en el resto: retrasos en las nóminas, impagos a los caseros, problemas con los suministros, vamos alternando viajes en coches propios, en autobús… Él descarga sobre mí la responsabilidad de los temas de oficina, a la que acudía de lunes a viernes desde las 8 de la mañana hasta las 9 de la noche, más los viajes en fin de semana con el equipo. Lo digo porque luego en el despido alega que no cumplía con mis 40 horas. Nos encontramos con tantos problemas que le recomiendo que deje la parcela deportiva en manos del que era entonces segundo entrenador, porque es muy difícil llevar una relación persona con quien no te paga y que, además, sea tu entrenador”.

La situación entre ambos se enquista hasta el punto de comunicarle, el 24 de diciembre de 2021, que no va a seguir después de Navidades. “Hubo un acto de conciliación en el que le ofrecí que me pagase la mitad de lo que se me debía. Presentamos un documento de conveniencia que debía pagar en un plazo de 15 días y que aún sigo esperando (…) Habrá una vista el próximo 6 de julio al que vendrán varias jugadoras como testigos”.

Y si duras son las declaraciones de Muñoz hacia Loureiro, a la inversa no se queda atrás: “Chus Muñoz, dialécticamente hablando, es un ‘crack’, por eso sobrevive, pero tiene un historial brutal. Solo hay que buscar su nombre en Google y te salen situaciones rocambolescas como supuestos casos de estafa con loterías, supuestos aprovechamientos de deducciones fiscales que no cumplen…”. Y sobre la pérdida de subvenciones, que Muñoz achaca teóricamente a Loureiro, éste apunta al responsable directo, el Ayuntamiento: “la concejala se ha puesto muy estricta y no ha permitido todas estas cosas, por eso se han quedado sin subvenciones”.

Prosigue recordando que él siempre pedía calma a sus compañeros, ofreciendo soluciones para equilibrar los gastos e ingresos, pero sobre todo, poniendo el foco en las jugadoras, recordando que al final el espectáculo gira entorno a ellas: “si el equipo está en Primera y le va bien, la rueda gira y todo es alegría. Mi función era defender al club, no soy entrenador, y hacer que las cosas se hagan bien. Un club de Primera debe ser educado y no mentir diciendo que has hecho una transferencia y que me llegue un correo, pocos minutos después, informando que se ha cancelado. O ir a un sitio para recoger material y que te digan que no está pagado”.

Los (duros) testimonios

Impagos y despidos encubiertos

Y es aquí donde se acaba la recopilación de lo que era público, del cruce de declaraciones entre Asociación, Chus Muñoz y Yago Loureiro, y empieza la parte más dura del artículo, la de los muchos relatos entremezclados que tienen varios nexos en común: impagos, incumplimientos de contrato, acusaciones de engaño, problemas con las viviendas… Hablamos con personas que dicen no haber cobrado ni a tiempo ni por el total pactado, no solo aquellas que estaban en nómina, sino profesionales que desempeñaron su labor como autónomos (“les hice una factura anual y aún no la he cobrado”) o proveedores externos que tampoco recibieron lo firmado. Frases como “dejé Zaragoza sin cobrar las últimas tres nóminas, y no me entregaron el finiquito ni el despido” o “me deben algo más de 5.000 euros” se repiten con diferentes meses y cantidades. De una jugadora me dicen en tercera persona que “supuestamente renunció al dinero a cambio de que le tramitasen la baja, pero el documento ni siquiera lo redactó ella, se lo entregó el club. Así es como actúan: te deben dinero y cuando quieres irte, te dicen que solo te dan la baja si renuncias a ese dinero”.

Sobre los despidos y las indemnizaciones, Chus Muñoz afirma que “quien sale del club como una señora o señorita, se le trata como a tal, y a la que no, agotamos todos los plazos”. En cuanto a las deudas actuales y cómo las abonará, afirma que “lo vamos solucionando de la mejor manera que podemos, dentro de la legalidad, pero llega un momento en que la deuda de tesorería es tan grande que se alarga en el tiempo”.

Cabe recordar que aunque en el futsal masculino se llegó a un acuerdo -que ya no está vigente, pero esa es otra historia- entre la LNFS y la AJFS, recogido en el convenio colectivo en el BOE del 22 de marzo de 2017, de la Dirección General de Empleo, anexo III (comisión mixta LNFS-AJFS), artículo 1, punto 3: “Así mismo, en el caso de que a un jugador se le adeude una cantidad por cualquier concepto, superior a tres meses de salario, podrá instar la terminación de su relación de trabajo siguiendo el procedimiento abreviado de resolución contractual anticipada que se regula a continuación. Los jugadores que se acojan a este procedimiento no tendrán cubiertas las deudas por el Fondo, sin perjuicio de que puedan reclamarlas al club”, por desgracia, en el femenino nunca ha existido dicho convenio y, por lo tanto, no es posible acogerse a tal artículo para liberarse del contrato. Sin embargo, aunque no haya un marco legal que proteja de los impagos a las jugadoras, parece evidente hacerse la siguiente pregunta: ¿Cómo puede deber tanto, según la versión de varias de las jugadoras consultadas, y que nadie exija la liberación de contrato?

Es precisamente otra exjugadora quien nos relata cómo procedieron con ella: “Cuando se iban a cumplir los tres meses de impagos, te pagan uno de ellos y así iba tirando para adelante. Nos entregaba las nóminas por adelantado sin abonarlas y, aunque en mi caso reconoció cuánto dinero me debía, no me pagó el finiquito alegando que era yo quien quiso rescindir”. Hay quien sí cobró lo pactado, pero admite haber vivido de cerca situaciones como las ya mencionadas: “desde que entré se ve que es un club donde todo debe pasar la criba de Chus, promesas y más promesas que iban solventando con pequeños apaños; yo no sufrí impagos, pero sí he vivido muchas discusiones por este tema”.

Otra fuente apunta a los 25.000 euros que se mencionan en el comunicado de la AJFSF. “He recibido mensajes de otras personas que antes trabajaban en el club, diciéndome que es todo cierto y que incluso se queda corto: fácilmente, la deuda debe superar los 35.000 euros”.  Hipótesis de una deuda que también confirma otra persona: “todo lo que dice la asociación es cierto, aunque no pueda admitirlo públicamente”. Añade un mensaje lapidario: “lo que no entiendo es cómo las autoridades no ven esto”.

Fichajes de ida y vuelta

Todos esos supuestos problemas de impagos son los que al club no le permitirían hipotéticamente conformar una plantilla amplia y estable, y esto sucede pese a que más de una persona nos relatan que los fichajes de jugadoras extranjeras se suelen hacer por tres temporadas. “Lo hacen así con las brasileñas porque se aseguran que, aun incumpliendo los pagos, se tengan que quedar”. Una de las muchas jugadoras consultadas, brasileñas y de otras nacionalidades, confirma este punto: “me hicieron firmar tres años porque supuestamente así lo exigía la RFEF, cuando en la primera llamada telefónica, Chus Muñoz me dijo que sería contrato de un año. Esa fue la primera mentira. Me hizo contrato como jugadora profesional, pero hacía otros trabajos (omitimos qué tipo de trabajo desempeñó por respeto a su decisión de mantenerse en el anonimato) y aunque firmé nóminas de 600 euros, cobraba solo 300. Y no pagaba en plazo, siempre cada dos o tres meses, porque decía que no había dinero. Cuando decidí que debía salir de allí, tuve que pagar (omitimos la cantidad exacta) en concepto de rescisión de contrato”.

Según el presidente, ese problema de defecto de efectivos se quiso solucionar con siete contrataciones que se quedarían finalmente en tres porque, pese a que “pensábamos que la mala situación sería pasajera”, se vio que la situación seguía complicándose. “Firmamos a Nicol, a Reynal y a Bartolucci, que no pasó el periodo de prueba y la despedimos”. Esta última es una pívot de 32 años (con doble nacionalidad, argentina e italiana) que había pasado por Boca, Huracán o Racing, viviendo así su primera y efímera etapa fuera de su país.

¿Y por qué se ficha tanta jugadora extranjera, si se dijo que había un interés por “aragonizar el equipo”? Una persona desligada ya del club ―en realidad, como todas las que han participado anónimamente en este artículo de investigación― nos da su explicación: “Tocó a todas las jugadoras posibles de la provincia y ninguna quería ir. Si le preguntabas, él (referido a Muñoz) buscaba excusas, decía que estaban en la élite y que no podían firmar a cualquiera, pero la realidad es que nadie quiere entrenar allí”. Otra persona añade que “solo tienes que ver cuánta gente se ha ido del club en los últimos años” como posible justificación.

La vivienda, otro gran foco de problemas

“Claro que hay problemas con los propietarios de los pisos donde vivimos las jugadoras”, dice una exjugadora cuando le preguntamos expresamente por ello. “Pregúntale a Yago, que fue quien soportó los WhatsApp de los caseros”, nos dice otra ex del equipo maño. Y eso es lo que hicimos, inquirir al exgerente de Sala Zaragoza sobre este tema. “Con los propietarios te encontrabas de todo. Recuerdo especialmente el caso de una señora, cuyo marido había fallecido, que tenía una pensión pequeña y vivía con su hija. Quería alquilar el piso y se encontró que ni le pagaban la hipoteca ni las facturas de luz y agua, porque no se habían cambiado los titulares”. Más incluso, reconoce que algunas exjugadoras le confesaron que sus padres “les encargaban la compra desde sus lugares de origen” porque no tenían cómo pagar la comida.

Seguimos preguntando y nos dicen que la situación roza lo dramático: Hay gente en Zaragoza que directamente no le alquila sus pisos al club por miedo. Hay jugadoras que desaparecen del piso de un día para otro; se creen que no, pero hablamos entre nosotras y al final te enteras de que deben todo: el alquiler, el agua…”. Incluso van más allá: “Mi experiencia fue un desastre; nada más llegar nos metieron a cinco en un apartamento, con una nevera ridículamente pequeña, y sin agua caliente durante tres meses”. Loureiro confirma esto. “Yo mismo tuve que ir a ver al presidente de la asociación de alquileres porque tampoco le pagábamos, y cuando le devolví las llaves me dijo que mientras él estuviese, no iban a alquilarle un piso nunca más”.

“No solo nos debe dinero a nosotras o a los caseros”, incide otra jugadora. “Hasta los autobuses que se encargan de algunos viajes han tenido problemas para cobrar”. Por otro lado recibimos más información al respecto: “Hubo un patrocinador que adelantó un dinero, no recuerdo si cuatro o cinco mil euros, para avalar una operación, y que no lo ha cobrado hasta hace poco. O casos como ir a pagar con tarjeta y no tener saldo, tener que coger el tren más barato, aunque saliese en el peor momento y nos tuviésemos que quedar tirados durante horas… O un padre de la base, que abonó toda la temporada y cuando no salió el equipo en su categoría, no se le devolvió el dinero. Y lo que más molesta es que él siempre comía fuera de casa, su coche siempre tiene gasolina, y sus tres líneas de teléfono sí están operativas”.

Cuestionado al respecto, Muñoz reconoció que lo estaban solventando “como cualquier otro club que está inmerso en una situación como la nuestra”, esto es, hablando con los proveedores y “cumpliendo nuestras responsabilidades, no de la manera que nos hubiese gustado, pero vamos atendiéndolos”.

Irregularidades en la confección de las plantillas

El número de jugadoras de la primera plantilla, cierto que lastrado por varias lesiones de gravedad, ha sido insuficiente para un equipo que está en la élite. La situación se agrava si miramos al segundo equipo, quien teóricamente debe cubrir esas ausencias: “Este año comenzaron la liga con un número de licencias por debajo de lo permitido. Nadie en la RFEF les dice nada porque al parecer hay que interponer denuncia desde los clubes y nadie lo hace”. Esta fuente matiza la diferencia entre jugar fuera de Aragón a cuando lo hace frente a otros equipos de su propia comunidad, donde pueden ser más conocidos: “Empezaron a hacer más licencias para evitar las denuncias, pero de forma ilegal, llegando a jugar con niñas del infantil en Segunda División. Solo pueden participar desde los 14 años (categoría cadete) y siempre con autorización expresa de los tutores; por ejemplo (cita un nombre que omitimos por ser menor) me consta que jugó con 13 años.

Y aunque esta persona habla de equipos aragoneses, también un equipo catalán preguntó a gente de la provincia de Zaragoza por sus edades, tras un partido, porque “nos parecían muy pequeñas”. Bajando a Segunda Autonómica, donde juega el tercer equipo, la cosa dicen que empeora. “Cometen alineaciones indebidas metiendo a chicas para jugar con la ficha de otra”. Otra persona advierte que hay jugadoras que han “triplicado participación los fines de semana: cadete, autonómica y fútbol 11”.

Volviendo a Segunda División, otra persona cree que “han desvirtuado la competición”. Para ubicarnos, en el momento de comenzar a escribir este artículo, el filial transita por la última posición con cero puntos (ganó un partido, 4-6 en la jornada 10 ante el SCRPD Santa Eulalia, más adelante detallamos el por qué no suma esos puntos en su casillero) con 22 derrotas en 23 encuentros, con una media de 1’04 goles anotados por partido por los 8’57 en contra que recibe para un total de 197 goles encajados en 23 partidos disputados.

Hay equipos que les han metido 18 ó 20 goles en contra”, nos recuerda alguien. Tras un vistazo rápido a la web de la RFEF vemos que se refiere a los partidos de la jornada 3 (1-18 frente a Autoescuela Tachepol FS Ripollet, donde se presentó con cinco jugadoras de campo, siendo una de ellas jugadora menor pero con dorsal del equipo A) y el 0-20 que le endosó AE Penya Esplugues en la jornada 5, en un partido donde se presentaron con las cinco jugadoras justas. Pero hay otros partidos como el 14-0 que encajaron frente a Feme Castellón CFS donde viajaron con seis jugadoras, saliendo con dos porteras en el quinteto titular.

Volvemos a esa sanción que mencionábamos porque, lo que podía pasar viajando todas las semanas en situación tan precaria, pasó: en la jornada 8 no se presentaron a disputar el encuentro ante Esportiu Rubí FS. Aquí se puede consultar la resolución del 23 de noviembre del Juez Disciplinario Único de Fútbol Sala donde se comunica que el equipo recibe una sanción de tres puntos menos en la clasificación y pérdida por 0-6 del encuentro por incomparecencia. Y es que el propio Chus Muñoz reconoce, en lo que él llama “un ejercicio de responsabilidad”, que no podían garantizar una solución “en el tiempo previsto”, por lo que hablaron con la RFEF (menciona a Paco Sedano expresamente) “para intentar acabar la temporada como la hemos acabado; tomamos malas decisiones y las consecuencias son las que son”.

Quejas por el trato personal

En cuanto al trato diario, una exjugadora nos vuelve a mencionar a Yago Loureiro: “Él te puede contar, él ha escuchado cómo nos trataban en las reuniones del staff”. Así que volvemos al gallego para ver si las jugadoras recibían insultos: “Insultos no porque es un tío fino, pero sí que infravaloraba las capacidades técnicas o psicomotrices de algunas jugadoras. Cuando un entrenador como él se frustra y no es capaz de convencer, focaliza el problema en ellas”. Lo peor según él no es que salgan del equipo―porque algunas han seguido ligadas al futsal de élite―, sino que otras “se alejaron para siempre del fútbol sala, pensando que esto es siempre así». Sobre sus capacidades como entrenador, habla de “autogestión” dentro del vestuario, provocando una complicada convivencia al no haber un “mediador adecuado; se distanciaron algunas compañeras y no había un gestor que conciliase”.

Otra persona nos insta a “investigar las amenazas a las jugadoras”, lo que apoya otra persona desligada y que afirma ser “una persona tranquila” como contraste a su etapa en el club, donde admitió tener “más broncas en ese tiempo que en toda mi vida, por el ego descontrolado de la gente que mandaba y manda en el club”.

Hay quien nos cuenta un episodio mucho más grave, que le llegó a través a de la madre de una jugadora que entrenaba sin ficha y se lesionó de gravedad: “cuando el club supo que la lesión era grave (omitimos por privacidad la lesión, pero el periodo de recuperación puede oscilar desde los 2-3 meses hasta los 4-6) desde el club se transmitió a su entrenador que dijesen que se lo había hecho fuera”. Y es que ahí, en la base, apunta alguien que hay otro gran problema que pasa desapercibido: “Se sufren muchos problemas que no se cuentan por respeto a las familias”.

Por último, cuando preguntamos cuándo se volverá la situación insostenible, recibimos un rotundo “cuando desciendan a Segunda División para matizar posteriormente que “aunque las subvenciones van a año vencido, por lo que si bajan, tendrán cierta capacidad económica para intentar subir, aunque su grupo es de los más complicados”. Al respecto, Loureiro admite que aunque eso le perjudicaría personalmente («si el equipo baja, se declaran insolventes y no cobro nada de lo que me debe») también es consciente que su lucha, y la de otras muchas personas, va más allá: «No voy a permitir que se ría de mí, ni del resto. Si tienes dinero, paga”, concluye.

Los testimonios se reiteran en la mayoría de los asuntos aquí tratados, con diferencias en las formas, pero no en el fondo. Todos hablan de un problema grave desde la propia base del club, con un nombre, el de Jesús Muñoz, siempre en el foco. Las entrevistas completas del presidente y del exgerente, podrán escucharse de forma íntegra en nuestro próximo podcast, que enlazaremos aquí en cuanto sea publicado.

Solo podemos cerrar con la primera frase que nos dijo una de las muchas jugadoras contactadas: “lo único que quiero es que ninguna otra jugadora pase por esto”.

 

 

Autor: Dani López (@danifutsal6)

One thought on “La verdad sobre el ‘Caso Sala Zaragoza’

  1. Este club lleva años haciendo impagos. A mi me debe el alquiler de un piso para residencia de las jugadoras desde hace mas de dos años. Podéis ver el edicto 351/2021 de 5 de noviembre de 2021 publicado en el BOE de 12 de noviembre de 2021. Ademas del impago me ha supuesto tener que pagar un abogado, etc. El Sr. presidente es un profesional de esquivar la justicia y de realizar impagos. Esas subvenciones del Ayto. de Zaragoza, en caso de concedérselas, espero que antes de que el presidente pueda poner sus manos sobre ellas se destinen a pagar las deudas que va dejando, que por la respuesta que recibí yo del Ayto de Zaragoza deben ser muchas.

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