Javi Rodríguez: «Nunca sabes si volverás a vivir algo así»

Echamos la vista dieciocho años atrás. Mundial de Guatemala, finales del año 2.000. Una constelación de estrellas acaparaba los focos: Brasil. La canarinha ganó todo lo posible: máxima goleadora (78), copó el podio de la Bota de Oro (Manoel Tobías 19, Vander 11 y Schumacher 10), el Balón de Oro y Plata (Manoel Tobías y Schumacher), mayor goleada (29-2 a los anfitriones), incluso el Premio al Fair Play. Todo excepto una cosa, la más importante: el título de campeones. Ése se lo arrebataron un grupo de amigos que venían desde España para hacer historia. A la cabeza, un Javi Rodríguez que anotó dos lanzamientos de doble penalti para remontar y certificar el título español.

Pregunta: ¿Cómo recuerda aquel día? ¿Muy nervioso?

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Respuesta: Fue un día especial, maravilloso, lo que uno sueña desde pequeño, ser campeón del mundo y contra Brasil. ¿Nervioso? Sinceramente, nunca me he puesto nervioso antes de un partido. Yo tengo una premisa: disfrutar de estos partidos. Nunca sabes si vas a volver a jugar un partido así. Estaba contento y con muchas ganas de disfrutar.

«Tiré el primer doble penalti por casualidad. Me encontré el balón, yo en posición, y ni me lo pensé…»

P: Un buen pensamiento, pero no debe ser fácil llevarlo a la práctica.

R: Sabes que todo el país te está viendo, que estás a cuarenta minutos de hacer historia, de que se nos tomase en serio a los jugadores españoles… Pero ya te digo, para nada nervioso.

P: ¿Ni siquiera con los dobles penaltis?

R: Si te digo la verdad, el primer doble ni siquiera lo iba a lanzar yo. Cuando Brasil cometió la quinta falta miré al banquillo y le dije a Joan que calentase que iba a tener que lanzar un doble. Cuando le hicieron la sexta a Orol, en un primer momento creímos que nos habían pitado en contra, porque la toca con la mano, así que lo que hago es llevarme el balón al punto de doce metros para crear confusión al árbitro. Nos conceden la falta a favor, a mí se me olvida lo que le había dicho a Joan y me encuentro con el balón ahí, listo para lanzar. Así que chuté y lo metí.

P: ¿O sea que el doble penalti que cambió la historia no fue más que una casualidad?

R: (risas) Así fue.

Javi Rodríguez celebrando uno de sus goles con la grada
Javi Rodríguez celebrando uno de sus goles con la grada (vía golsala.com)

P: Yo creí que habría una historia épica detrás…

R: Ya te digo que nunca me ponía nervioso, la verdad. En el primero lo tiré porque me encontré ahí, y en el segundo tenía la confianza de haber anotado el primero. En el segundo sí que llegué a pensar que si anotaba quedaban solo cuarenta segundos y teníamos casi asegurado el título, pero cero nervios. Sí te confieso, para que no parezca que exagero, que en el la final del 96 me mandó Lozano lanzar un doble en la final de Sant Jordi y salí del banquillo frío. Ya en la carrera me notaba mal, pero en la final de Guatemala nada…

«Éramos un grupo de amigos que fue a competir y consiguió el título»

P: Un super ataque contra la mejor defensa del torneo. ¿La clave era imponer nuestro estilo?

R: Más que tener buenos defensores, se trataba de remar todos en una misma dirección. Eso es lo que nos hizo tan fuertes. Individualmente éramos peores que ellos, tenían mucho más nombre y eran más conocidos, pero como equipo sabíamos que éramos muchísimo mejores.

P: Julio siempre dice que erais un “grupo de cuatro amigos que fue a jugar un Mundial y acabamos ganándolo”

R: Así es. Nosotros nos quedábamos siempre a ver los partidos de Brasil. Ellos nos tenían en cuenta, pero seguro que no vieron todos nuestros partidos. No digo que nos menospreciaran, pero no tenían la misma consideración que nosotros a ellos. Julio sabe mucho de esto, es como él dice: fuimos un grupo de amigos y conseguimos ganarlo.

Javi Rodríguez posando con la Copa y varios de sus compañeros
Javi Rodríguez posando con la Copa y varios de sus compañeros (vía golsala.com)

P: ¿Conserva muchos amigos de aquella época? ¿Qué tal era el ambiente en el vestuario?

R: Algunos eran muy serios, Riquer y yo éramos los más bromistas… pero nos llevábamos todos muy bien. A la fase de clasificación y el hecho de jugar los partidos se unió una convivencia larga, la concentración duró casi un mes… O convives bien y haces un buen grupo o no hay manera de sacar un buen resultado. Nos hicimos fuertes dentro y fuera de la pista.

«Ahora todo es muy exagerado. Un chaval hace cuatro cositas y se le ensalza por las redes»

P: ¿Lozano era tan estricto como dicen?

R: Lozano fue uno de los entrenadores más inteligentes que he tenido en mi carrera. Sabía perfectamente cuando podía soltar la cuerda y cuándo debía apretar. Eso lo sabía gestionar como nadie. No era tan estricto como se dice. Era serio, pero sabía unirse a las bromas cuando tocaba. Controló los egos para que nadie estuviese por encima de nadie.

P: ¿Qué se encontró al volver a España? ¿Hubo mucha euforia?

R: Antes no era todo tan exagerado. Ahora cualquier chaval hace un poquito bien y ya parece que es la ostia, pero en aquella época, sin redes sociales, era otra historia. Fuimos a celebrarlo al hotel con Ángel María Villar, comimos, conseguimos que los medios de comunicación nos hicieran caso aunque fuese media hora… En el aeropuerto de Barajas había mucha gente, familia, vinieron unos amigos de una peña mía que hay en León…  Lo de Guatemala es inolvidable, incluso aunque no hubiésemos ganado.

P: Para acabar, una de presente… ¿Ganas de volver a España?

Estoy contento, en un club serio que aspira a volver a conquistar la Liga, pero es verdad que resulta jodido estar tanto tiempo fuera, y más si tienes hijos como yo.

Foto principal vía mundodeportivo.com

Autor: Dani López, director de Futsal Corner (twitter: @gremplu)

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