Tras analizar al grupo A, es turno de estudiar los que serán sus rivales en la ronda de cuartos de final, un grupo B que se presenta como uno de los más complicados de toda la competición. Allí encontramos una gran protagonista del último Mundial, Kazajistán, y a una gran ausente, Italia, que vuelve a la fase final de un torneo internacional tras la desastrosa Eurocopa de 2018. Los Azzurri se volverán a encontrar con Eslovenia y Finlandia. La primera fue organizadora de la última edición del torneo, en la cual también compartían grupo. La segunda es debutante en una competición nacional oficial y fue rival directo de los italianos durante la fase de clasificación. Los partidos de este grupo se jugarán cinco en Groninga y uno en Ámsterdam.
Kazajistán, cuarto clasificado en Lituania, no solo es el gran favorito para el primer puesto del grupo, sino también uno de los posibles ganadores del trofeo. Italia, por su parte, es la principal candidata al segundo puesto del grupo, pero Finlandia y Eslovenia no deben en absoluto descartarse de la lucha, ya que ambas han demostrado sus cualidades en varias ocasiones. Veámoslas una a una, por orden alfabético.
Finlandia
La selección nórdica es una de las revelaciones de los últimos años. Dirigidos por el croata Mićo Martić desde 2013, han demostrado un crecimiento constante, que ha culminado (de momento) con su primera clasificación histórica para una competición oficial. Los finlandeses llegan a Holanda como segundos de su grupo de clasificación, donde ya se han enfrentado a Italia en dos ocasiones (con dos derrotas). Las dos selecciones también se habían cruzado en Portugal durante la fase de clasificación para el Mundial, en la que Finlandia, gracias a dos empates contra los Azzurri y los futuros campeones, arrebató a Italia el segundo puesto del grupo en la Elite Round, llegando a jugarse el billete para Lituania en la repesca, que finalmente perdería ante Serbia.

Hablamos, por tanto, de un equipo ya acostumbrado a grandes enfrentamientos, incluso en los amistosos, a menudo organizados contra equipos de mayor nivel. Las últimas pruebas antes de la Eurocopa fueron en diciembre contra Croacia, un rival considerado muy similar a Italia, con la que debutará el 20 de enero. Mićo Martić se apoyará en una serie de cuartetos bien establecidos, empezando por los hombres más expertos: el capitán Panu Autio, el pívot Miika Hosio y uno de los hermanos Kytölä: Jukka. El otro, Mikko, será una baja significativa por lesión a última hora. Entre las alternativas, destacan Jani Korpela, futuro pilar de la selección, ahora en Torpedo (Rusia), el pívot Juhana Jyrkiäinen, autor de goles decisivos en la fase de clasificación, y el cierre Olli Pöyliö. En la portería, Juha-Matti Savolainen es el titular, mientras que Antti Koivumäki es el hombre designado para dobles y penaltis.
Italia
La selección azzurra vuelve a la fase final de un torneo cuatro años después de su decepcionante eliminación en la fase de grupos de la Eurocopa de Eslovenia 2018. Dos años más tarde, tampoco pudo clasificarse para el Mundial de Lituania. En Groninga se encontrará con las dos selecciones que han marcado su destino reciente. De hecho, Eslovenia, organizadora de la última edición de la Eurocopa, derrotó a Italia por 2-1 en la fase de grupos, sancionando su eliminación. Por otra parte, Finlandia estuvo implicada indirectamente en la no clasificación de Italia para el último Mundial, tras un empate 2-2 en la Élite que comprometió la situación de los italianos, como decíamos antes.
Ganadora en 2003 y 2014, Italia llega a esta edición de la Eurocopa con más pasado que presente y sin ser, por tanto, favorita para la victoria final; no obstante, las buenas actuaciones en la fase de clasificación (donde quedó primera de grupo) han dejado sensaciones positivas respecto a su pase a octavos. En comparación con la edición de 2018, sólo vuelven cuatro jugadores: Stefano Mammarella, Murilo Ferreira, Giuliano Fortini y Alex Merlim. La estrella de Sporting es sin duda la más talentosa de toda la plantilla. Otros italobrasileños, como Murilo y Cainan De Matos (Palma Futsal), encuentran mucho espacio en la rotación de Massimiliano Bellarte, mientras que Carmelo Musumeci es el que destaca entre los italianos nativos.
En la portería llama la atención la convocatoria de Dennis Berthod, jovencísimo guardameta de Aosta (Serie A2) que ya ha debutado con la selección mayor en un amistoso contra Irán, y que podría hacerse un hueco, no solo por el incierto estado físico del legendario Stefano Mammarella, sino también por sus dotes de portero «moderno», capaz de jugar con el balón entre los pies. Entre las caras que conocimos durante la fase de clasificación, se encuentran Attilio Arillo, Vincenzo Caponigro y Matteo Esposito, además de los nacionalizados Gabriel Motta (este año en Jimbee Cartagena) y Guilherme Gaio ‘Gui’ que, curiosamente, es el único pívot convocado por Bellarte, una elección que ha despertado cierta perplejidad. El técnico prefiere un juego con falso pívot, papel que suelen desempeñar Arillo, Cainan o Musumeci. Los dos últimos, verdaderos universali, también se verán a menudo en zonas defensivas, ocupando el lugar de Murilo como cierre. Una plantilla con hombres sin roles fijos, muy dinámica y con empuje ofensivo.
Kazajistán
La selección nacional euroasiática es ya una realidad consolidada del fútbol sala mundial desde 2016, año en que debutó tanto en Europa como en el Mundial de Colombia, con grandes resultados. A estas alturas, ya no es simplemente «Brazikistán». Es cierto que sus principales elementos siguen siendo brasileños nacionalizados, empezando por Léo Higuita en la portería y pasando por Douglas Júnior, Taynan y Léo Jaraguá (que regresa tras perderse el Mundial), pero los jugadores oriundos del país kazajo, como el bloque de Kairat (Chingiz Esenamanov, Albert Akbalikov, Birzhan Orazov, Dauren Tursagulov) o Arnold Knaub, del Dinamo Samara ruso, son igual de fundamentales. Como ya se ha dicho, su gran actuación en Lituania les ha colocado y con razón, entre los grandes favoritos para la victoria final, teniendo en cuenta también la presencia de Léo Jaraguá.
Algunas actuaciones inciertas de Kairat en Champions League, así como una derrota en un amistoso contra Uzbekistán en diciembre, podrían suscitar algunas dudas, pero ya deberíamos haber aprendido que los verdaderos campeones salen a relucir en los partidos que realmente cuentan. Las mayores incertidumbres en torno a Kazajistán están relacionadas con motivos no deportivos. En estos días, el clima en el país de la ex-Unión Soviética es muy tenso. Tras el aumento del precio de la gasolina, han estallado violentas protestas en todo el país, con represiones igualmente violentas y el apagón de Internet. Durante varios días fue imposible obtener información sobre la selección kazaja, y casi se dudaba de que pudiera participar en el torneo. Finalmente, el peligro se conjuró, pero los amistosos preparatorios contra Ucrania, anunciados ya en noviembre, se cancelaron.

Además, los jugadores brasileños no pudieron reunirse con sus compañeros, entrenando desde casa y uniéndose al resto de la plantilla solo unos días antes del viaje a Holanda. Una situación muy complicada que, sin embargo, no debería afectar demasiado al rendimiento del equipo.
Eslovenia
Aunque históricamente nunca ha pasado de los cuartos de final de la Eurocopa (cuando el torneo aún estaba formado por 12 equipos), la selección eslovena es un equipo a tener en cuenta. Tras un periodo preocupante, con varios jugadores lesionados (ausencias que pesaron en los amistosos contra Polonia en diciembre), el seleccionador Tomislav Horvat puede contar por fin con una plantilla completa, aunque destaca (mucho) la ausencia del pivote Kristjan Čujec, que tomó la decisión de retirarse. Un equipo equilibrado, sin verdaderos bloques de ningún club, que cuenta con tres jugadores de cada uno de los principales equipos de Eslovenia: Dobovec (Klemen «Kleminho» Duščak,Žiga Čehy Teo Turk) y FC Litija (Nejc Berzelak, Gašper Vrhovec y el capitán Igor Osredkar).
Viejos conocidos de Italia, a la que vencieron no solo en el citado 2018, sino también en 2014, año del triunfo italiano, varios jugadores eslovenos proceden también de la liga italiana: primero Alen Fetić, actualmente líder con Padova en la Serie A, luego Nejc Hozjan (Napoli) y finalmente Matej Fideršek y Denis Totošković, ambos en la recién creada sección de fútbol sala de la Sampdoria, en Serie A2. Clasificada como segunda de grupo de España, Eslovenia mostró dos buenas pruebas contra la Roja, aunque con dos derrotas. Llegan a Holanda confiados en sus posibilidades y con la certeza de que son capaces de poner en dificultades incluso a los mejores equipos.

Kazajistán e Italia son las dos favoritas para la clasificación. Sin embargo, si el pase de Kazajistán a la siguiente ronda es casi seguro (probablemente ganará el grupo), Italia podría tener un poco más de dificultad contra Finlandia y Eslovenia. El primer contacto con la competición, el 20 de enero, con el Kazajistán-Eslovenia y el enésimo Italia-Finlandia de los dos últimos años, será fundamental para todos. Tanto los escandinavos como los eslovenos tienen lo necesario para complicarle la vida a cualquiera, pero Finlandia, en este momento, quizá tiene algo más.
Foto principal: UEFA.es
Autor: Emanuele R. (@emen_risso)