Libertadores 2019: La suerte del tricampeón

Las leyendas se escriben sobre la marcha, paso a paso, partido a partido, torneo a torneo. Todas ellas incluyen épica, mística y un halo victorioso que envuelve al héroe. Ese halo puede estar compuesto de múltiples cualidades: inteligencia, fortaleza, serenidad, valentía… y también suerte. Si por algo se recordará la Libertadores 2019 será por la suerte del tricampeón. Una fortuna que alzó a Carlos Barbosa por encima de cualquier adversidad para darle su séptimo título continental y tercero consecutivo, acercándose así en el imaginario colectivo al Malwee Jaraguá de Falcao que acumula ocho títulos.

Carlos Barbosa ganó su séptima Libertadores quedando a solo una de distancia del Malwee Jaraguá de Falcao

Curiosamente, el torneo no auguraba nada bueno para la Naranja Mecánica. En el partido inaugural, Cerro Porteño pasó a ACBF por el exprimidor poniendo desde el primer momento la Libertadores 2019 patas arriba. El vigente campeón salió a escena en Boedo de manera irreconocible, concediendo goles impropios de un equipo de su categoría. Sin embargo, el golpe seco de realidad nada más empezar surtió efecto, pasando el rodillo al que nos tiene habituados sobre Proyecto Latín en la segunda jornada. A partir de ahí, el viento sopló de cara incluso en los peores momentos. Estaba escrito que iban a ganar y ganaron.

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Carlos Barbosa llegó a la última jornada de grupos con posibilidades reales de quedarse fuera a las primeras de cambio. En un formato, además, que permitía el paso a dos de los tres mejores terceros. El rival para evitar esa debacle histórica sería, por si fuera poco, uno de los dos equipos argentinos anfitriones, el Villa La Ñata que también se jugaba el pase a cuartos. No obstante, la mano que manejaba los hilos de la Libertadores tenía claro desde hacía tiempo quién era su favorito. Con 1-1 en el marcador y con el naranja empezando a desteñirse, Villa La Ñata mandó un balón al palo a portería vacía. Posteriormente, llegaría un gol de rebote de Lé y otro de falta de João Salla aprovechando la mala colocación del portero González. Tres veces se tiró la moneda al aire y las tres salió cara.

En cualquier caso, el patinazo contra Cerro Porteño en primera ronda tuvo consecuencias. La final que aparecía en el guión se adelantó cuatro días, configurándose un Corinthians-ACBF para cuartos de final. Todo un duelo de titanes con el aperitivo sin digerir y que Corinthians no supo afrontar. El Timão hizo los deberes en fase de grupos ganando sus tres partidos y aun así se encontró con un examen sorpresa cuando recién estaba tomando calor a la competición.

Pese a plantear un partido muy conservador (llegó a juntar tres 4×4 como Nené, Henrique y Café en varias ocasiones usando a Matheus con cuentagotas) podríamos decir que Corinthians no fue peor. Al contrario, parecía que iba a ganar hasta que Darlan se encontró un balón mordido de Mithyuê en boca de gol. Un ofrecimiento que solo pudo aceptar para marcar el definitivo 1-2. Otra vez la suerte, la mística, la camiseta, la leyenda naranja que envuelve todo el 40×20 en Sudamérica.

La suerte influyó decisivamente en los cuatro partidos a vida o muerte que disputó ACBF

Pasada la prueba de fuego contra Corinthians, cualquiera diría que la Fortuna dejaría de intervenir. Nada más lejos de la realidad. Las semifinales contra el Panta Walon peruano fueron un via crucis. Tanto que la buena suerte tuvo que hacer acto de presencia en otro buen puñado de ocasiones. Primero, Panta Walon perdió a uno de sus mejores hombres, Carlos Sanz, por lesión nada más comenzar la segunda mitad. Viendo que no fue suficiente, los dioses del fútbol sala decidieron actuar en serio.

A falta de tres minutos y con el agua al cuello, un remate de Julio Zanotto aparentemente sin peligro golpeó en la cabeza de Alfredo Vidal y se coló en la portería peruana. Un lance de pura suerte anotó el único gol en el marcador. Panta Walon no se rendiría, llegando a disponer antes del final de 50 segundos de superioridad 4 vs. 3 por expulsión de Selbach. Gian Wolverine bloqueó todas menos una que erró Morillo bajo la portería. «No es no» que dirían los grandes estadistas del s. XXI.

Evidentemente, para la final el desenlace estaba ya escrito. No importa que el rival fuera de nuevo el Cerro Porteño. El mismo que les apabulló nada más aterrizar en Buenos Aires y que se perfiló con el paso de las rondas como, tal vez, el mejor equipo de la competición. Un Ciclón que llenó las gradas de Boedo pensando que podían volver a dar la sorpresa como en 2016. Con el partido en el alambre, antes de llegar al descanso, Gary Ayala intentó despejar de cabeza un balón largo a Darlan. Tras el impacto, la pelota hizo una parábola perfecta para superar a su arquero Ortiz. Ese tanto en propia supuso el 1-2 que mató la final. No había nada que hacer, el destino había grabado sobre piedra desde hacía mucho tiempo que Carlos Barbosa sería tricampeón.

La cara de Gary Ayala al encajar el gol en propia lo resume todo.
La cara de Gary Ayala al encajar el gol en propia lo resume todo. (Imagen vía SporTV)

Al margen de las casualidades que fueron acercando poco a poco el título a sus vitrinas, hay que reconocer que Carlos Barbosa fue el equipo mejor trabajado tácticamente del torneo. Un engranaje perfecto sin practicamente ninguna pieza individual a destacar. Si acaso Gian Wolverine en portería o Mithyuê como elemento disruptor pero siempre dentro de esa masa homogénea compactada por el cada vez más práctico Marquinhos Xavier. Un fiel defensor de esa máxima que dice «la defensa gana campeonatos» y aplicada en esta Libertadores 2019 con solo 8 goles encajados en 6 partidos. Tan sólo dos (!!!) en los tres partidos correspondientes a las eliminatorias.

Cholo Salas, Rafael Morillo, Felipe Echevarría… Las mejores individualidades de la Libertadores no fueron brasileñas

En cualquier caso, esta Libertadores 2019 también dejó espacio para propuestas atrevidas como las de Panta Walon o Alianza Platanera. Los peruanos dejaron un sabor de boca soberbio liderados por su trío maravilla de Venezuela (Rafael Morillo, Carlos Sanz y Alfredo Vidal). Por su parte, Alianza Platanera no quedó atrás llegando también a semifinales con la base de la selección colombiana y con auténticas exhibiciones como las de Felipe Echevarría.

No podemos olvidarnos tampoco del ganador moral de esta Libertadores 2019, Cerro Porteño. El único equipo no brasileño capaz de levantar este torneo (2016). Comandados por un imperial Juan Salas llamado a filas desde el Napoli, el Ciclón llegó a soñar con volver a dominar el continente y más tras abrir el torneo derrotando a Carlos Barbosa. De hecho, con el Cholo de MVP, Cerro ganó todos los partidos salvo la final y por un gol en propia. Una gran actuación que vuelve a demostrar lo bien que se juega en Paraguay al fútbol sala y que seguramente llevará a Salas a un equipo más poderoso que el recién ascendido Sandro Abate de Italia.

Si hablamos de decepciones, tenemos que mencionar a los anfitriones. Villa La Ñata fue el único invitado con wild card y tuvo la mala suerte de ser el único tercero que no pasó a cuartos. Está claro que el ACBF, con el que compartió grupo, no solo se llevó toda la suerte del torneo sino que gafó a todo el que tocaba. En cualquier caso, La Ñata nos dejó una de las imágenes de la semana al ver a su dueño y creador Daniel Scioli vestirse de corto y jugar en fase de grupos contra Proyecto Latín de Bolivia a sus… ¡62 años!

Sin embargo, el mayor fiasco de la competición fue el S.S. Bocca. Los ecuatorianos se reforzaron para la Libertadores con tres internacionales argentinos como Lucas Maina, Gonzalo Abdala y Matías Lara. Todos ellos, con experiencia en Europa. Además, también reclutaron a dos juveniles del Levante como Ignacio García y Cayetano Catalán. Fichajes a bombo y platillo con el que aspiraban supuestamente al torneo y que solo participaron en dos entrenamientos completos antes del gran día. El resultado: 4 partidos, 4 derrotas, 25 goles en contra y el farolillo rojo de la competición. Nunca hubo un mayor ejemplo de por qué no existen atajos a la hora de montar un equipo campeón.

¿Podríamos incluir a Corinthians entre los perdedores de Boedo? Sí y no. El Timao solo perdió un partido. Un duelo entre los dos mejores equipos de Brasil que siempre va a estar 50/50. El problema es que lo perdió en cuartos, obligando así a darle vueltas al batacazo mientras luchaba por el 5º puesto. Un castigo cruel para su primer asalto al título continental y que pone a Matheus en entredicho como mejor jugador de Brasil pese a que iba directo a por el MVP si el camino no se hubiera torcido.

El máximo goleador de la Libertadores 2019 fue el contable Joaquín Varietti

La Libertadores 2019 también nos dejó otras historias como la del contable Joaquín Varietti. Consultor de día y killer del área de noche. Todo un Clark Kent del fútbol sala que cuando se quita las gafas y se pone la capa del Nacional de Montevideo es capaz de meter 5 goles en un partido y salir como máximo goleador de la competición sin apenas tocar el balón. 10 goles en 6 partidos y prácticamente todos al primer toque.

También la de Nilson Concha, jugador de la Universidad de Chile que entrena por su cuenta y viaja 500 kilómetros de Concepción a Santiago cada vez que juega. Puro amor por el fútbol sala como el que demostraron los Bucaneros de Venezuela. Sin apenas recursos, hicieron un gran torneo dándose el gustazo de adelantarse frente al Corinthians. Además, de picadita, para salir en los telediarios.

En resumen, la Libertadores 2019 fue un torneo inolvidable. De gran nivel y a la altura de cualquier gran competición. Hay vida, mucha vida más allá de España y Brasil y no solo eso, no para de crecer. Cuando Colombia, Paraguay o Venezuela nos derrote en el próximo Mundial nos daremos por enterados.

P.D. Hay cierta controversia respecto a si Carlos Barbosa lleva 6 ó 7 títulos continentales. Oficialmente, llevan 7 (2002, 2003, 2010, 2011, 2017, 2018, 2019). Sin embargo, ellos mismos dejan fuera de la ecuación la de 2010. Por aquel entonces, el torneo se dividía en Zona Norte y Zona Sur con los equipos brasileños rotando para no abusar. Ese año, solo se celebró la Zona Norte siendo campeón de esa división Carlos Barbosa. Como la Sur no se disputó, CONMEBOL nombró campeón continental a Carlos Barbosa aunque ellos no se sienten así. Una galantería curiosa que te puedes permitir cuando eres uno de los equipos más laureados de la historia.

Autor: David Candelas (@CandelasJr)

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