Tras una temporada complicada en la que la competición llegó a estar herida de muerte, la SuperLiga rusa vuelve con más ilusión que nunca. A pesar de que los problemas estructurales continúan, reduciéndose incluso el número de equipos en la máxima categoría, a nivel deportivo no hay liga más intrigante en Europa. La igualdad es total con un nuevo sheriff en las estepas: Tyumen. Además, la llegada de Taffy al campeón tras pagar una cláusula de 100.000€ a Palma calienta la competición tras años de mesura económica. Todos irán con el cuchillo entre los dientes a por el ostentoso capitalista Tyumen y sus juguetes brasileños (Taffy, Leo Gugiel, y Vilian). En especial, los rojos del Partido Comunista y el «arruinado» Gazprom en esta particular lucha de clases en el 40×20.
Sin Blik ni Siberiano, acosados por las deudas, solo un equipo asciende a la máxima categoría: el Berkut Grozny
Tras varios años de derrumbe económico como el del Dinamo de Moscú o el Dina, los integrantes de la SuperLiga rusa 19/20 se han vuelto a decidir por criterios económicos. El primero en quedar fuera de la ecuación fue el Blik, deshauciado en marzo y que no llegó a terminar la temporada pasada. Por otro lado, este verano renunció a su plaza el Siberiano. Acosado por las deudas tras la espantada masiva de patrocinadores, éste año competirá en la Major League, segunda categoría del fútbol sala ruso. Todo un descenso a los infiernos tras llegar a disputar la Ronda Élite de la UEFA Futsal Champions League en la 18/19.
En su lugar, el único equipo que asciende es el Berkut Grozny. Los chechenos ganaron la liga regular de la Conferencia Oeste en la Major League y presentaron garantías suficientes para competir en la máxima categoría. Queda así una liga regular todavía más mutilada con solo nueve equipos, plena de back-to-backs para aprovechar desplazamientos y en la que solo un conjunto quedará fuera de playoff. Siempre confiando en que ningún patrocinador pegue la espantada en plena temporada.
Tyumen es el gran favorito tras romper el mercado: Bruno Taffy, Léo Gugiel y Vilian
Sin embargo, no todo son sombras a nivel económico en la Superliga rusa. Espoleado por el primer título de liga de su historia, Tyumen ha roto el mercado de fichajes. Primero, pagando la clausula de 100.000€ de Bruno Taffy. Segundo, fichando al que estaba siendo el mejor portero de la LNF, Léo Gugiel. Dos auténticos cracks que vendrán acompañados de un todoterreno como Vilian, procedente del bicampeón brasileño Pato Futsal.
El objetivo es volver a dominar en Rusia y atacar en su debut en Europa la UEFA Futsal Champions League. Un órdago sorprendente tras salir campeón con un equipo trabajado hasta la saciedad, sumamente solidario en el esfuerzo y en el que los goles ya los ponía Antoshkin (54 en 48 partidos) sin ningún brasileño en sus filas. Además, para hacer hueco salarial, Tyumen ha prescindido de los serbios Kocic y Aksentijevic, piezas plenamente integradas y que han recalado en destinos pintorescos como el Sparta de Praga y el ACCS Futsal, respectivamente.

Cómo se integrarán Taffy, Gugiel y Vilian es toda una incógnita. Tyumen ya estaba acostumbrado a jugar para Antoshkin y está por ver si aceptan un nuevo líder extranjero en el grupo. Además, Gugiel es un fenómeno con los pies y no tiene nada que ver con los porteros del año pasado, Loginov y Aksentijevic. En definitiva, el modelo de juego que tan bien les funcionó ha quedado obsoleto en apenas unos meses. Por tanto, toca cambiarlo en favor de unos recién llegados que no eran parte de la manada y que puede que no sean aceptados por los antiguos machos alfa.
Partido Comunista mantiene el bloque con Rómulo y Lin como principales estrellas
Si alguien le tiene ganas al ahora rico Tyumen es el Partido Comunista. Ambos se enfrentaron en la final del año pasado y, contra todo pronóstico, el equipo rojo salió derrotado. Pese a que no se reforzó demasiado en verano (sólo Fukin, del Nickel, y Zeider, del Spartak), el Partido Comunista se llevó el torneo amistoso de Tyumen en agosto en donde no llegaron a verse las caras. De hecho, Tyumen solo quedó tercero pese a ser anfitrión tras empatar contra Ukhta su segundo partido.

Dentro de su plan quinquenal, el Partido Comunista apuesta por la continuidad para su también debut en la UEFA Futsal Champions League. Por un lado, mantiene a sus perlas nacionales: Artem Niyazov y Nayar Asadov. Por otro, seguirá contando con Lin pese a los cantos de sirena de la LNFS. Un jugador fundamental en cualquier equipo aspirante y que ha empezado con gran pie la temporada saliendo MVP del torneo de Tyumen. También continúan los Simi Saiotti, Paulinho, Bagirov… Es más, su gran fichaje es la renovación de Rómulo tras demostrar que está plenamente recuperado de la grave lesión sufrida en Barcelona. Su temporada pasada como capitán pese a ser un novato en el equipo fue sencillamente espectacular con 23 goles y 28 asistencias.
Gazprom amenazó con una revolución que solo acabó con Alekberov y Shayakhmetov
El tercero en discordia en aspirar a la SuperLiga debería ser el antiguo oligarca Gazprom. Acostumbrado a ser uno de los dominadores del mercado, todavía no se ha recuperado de la marcha de Marcenio a la Ciudad Condal en las pasadas Navidades. Si bien ganó la Copa con un gran Juan Emilio recién aterrizado, en los playoff naufragó en cuartos siendo prácticamente barrido por un equipo, en teoría, muy inferior como el Nueva Generación (1-3). Una derrota que amenazó con una revolución total pero que finalmente solo se ha cobrado tres víctimas: el entrenador Alekberov, la leyenda Shayakhmetov y el brasileño Caio.
Sin fichajes extranjeros (solo Shisterov del Sinara y Shakirov del Partido Comunista), llama la atención que el único brasileño con el que se han reforzado es el preparador físico Silvio Cavaleiro. Al menos, los gasoductos han permitido retener a Nando pese al fuerte interés del Barcelona en juntarle con su antiguo socio Marcenio. También a Chishkala, pretendido por el Benfica y que parece cada día más lejos de lo que prometía. Además, Juan Emilio sigue pese a una supuesta falta de adaptación y una rumoreada vuelta a España de la mano de Jimbee. De momento, ha perdido a su principal valedor tras el cese de Alekberov. Por otro lado, Gazprom se ha reforzado con un tercer pívot como Shakirov para cubrirse las espaldas. Si las cosas no fluyen, nadie descarta un posible regreso a casa por Navidad.
Viz Sinara y Norilsk Nickel. Dos clásicos que tratarán de colarse en la lucha por el título
Al margen de los tres favoritos encontramos varios outsiders como el Viz Sinara de Ekaterimburgo. Con una confianza ciega en la cantera, Abramov volverá a ser el faro de un equipo que siempre será recordado por haber sido campeón de Europa solo con rusos. Sin embargo, ha pasado más de una década desde entonces (2008). Por otro lado, su último título de liga data también de hace casi 10 años (2010). Hechos que demuestran lo difícil que es ganar basándolo todo en una idea romántica, aunque cuando se consiga sepa mejor. Como nota positiva, en pretemporada logró vencer en el prestigioso Torneo de los Urales derrotando a Gazprom en la final. El MVP os lo podéis imaginar: Abramov.

Otro de los clásicos que lleva eones sin ganar es el Norislk Nickel. El conjunto polar no gana la liga desde 2002, cuando logró su único título en su palmarés. Al igual que el año pasado cuando acogió a Kudziev del Siberiano, el Nickel ha sabido pescar en río revuelto. Nada más y nada menos que al único ruso nominado mejor jugador del mundo, Shayakhmetov. Además, Ak-47 llegará acompañado de Legotin, uno de los jugadores más destacados del sorprendente semifinalista el año pasado, Nueva Generación. Si a ellos les unimos los Sergeev, Rodriguinho, Thiago Bolinha… queda un equipo muy atractivo para el espectador y que pondrá picante a la SuperLiga con su juego ofensivo.
Ukhta y, sobre todo, Nueva Generación y Dinamo Samara intentarán dar la sorpresa como el año pasado
Uno de los sorprendentes animadores del mercado ha sido el Ukhta. Tras ni siquiera disputar playoff la temporada pasada, ha roto la hucha para emular al Tyumen y firmar su propio trío de brasileños. Entre ellos destaca el veterano Joan, viejo conocido del Dinamo de Moscú o Kairat y tres veces campeón de Europa (2007, 2013 y 2015) y una del mundo a nivel de clubes (2014). Sus compatriotas son dos jóvenes como Igor, procedente del Sao Caetano y Samuel, al que vimos destacar con Carlos Barbosa en el último Mundial de clubes sub-20. De momento, logró empatar a Tyumen en su torneo de preparación y apretar en la final al Partido Comunista. Resultado esperanzador tras ser colista el año pasado una vez desapareció el Blik.

Por último, dos de las grandes incógnitas a resolver en esta temporada son los inesperados semifinalistas el año pasado. Nueva Generación ha perdido a Legotin pero mantiene a Kirill Shchurok, el portero más prometedor de Rusia con un insultante juego de pies. Respecto a Dinamo Samara, nadie esperaba un resultado así para un club creado en 2017. Sin grandes cambios, ha logrado preservar el bloque con Simakov y Sanosyan. Además, ha fichado jugadores interesantes como Islamov y Osipov, procedentes del Siberiano. Ambos partirán con bloques sin grandes estridencias pero capaces de ganar a cualquiera como demostraron en el pasado playoff.
En definitiva, es posible que la SuperLiga rusa no esté bien gestionada a nivel económico y organizativo. Sin embargo, la temporada pasada volvió a demostrar que el fútbol sala siempre se abre camino a pesar de las dificultades. Es más, a nivel deportivo puede que la 18/19 fuera la más emocionante de los últimos años. Un nivel de adrenalina que es de esperar se mantenga con Tyumen calentando la liga a base de billetes y todos los demás deseando robarle la cartera. Toca aplicarse con el cirílico.
Imágenes: http://amfr.ru/
Autor: David Candelas (en twitter: @CandelasJr)